Aca tenemos a Johny Lima, a la hora de entrar en su barrio, el celebérrimo Fasoli.

Habrá de pagar peaje,

si no los quiere ofender

ansí les hará saber

que siempre está al palo

aunque no sea tan malo

y no sea de joder,

aunque no eso quiero hacer,

con un poco de su esfuerzo

que como no los retuerzo

hasta matarlos re bien

pegarl´un tiro en la sien,

has de pegar Johny Lima

ante´que se venga encima

el moreno detrás tuyo

o le harás saber que es suyo

el disparo que te guardas

al que ataque por la espalda

en la entrada de tu barrio.

Aunque sea un poco guarro, y no sepa

de sustancias prohibidas

les aviso, a los homicidas

a los traidores, y criticones,

no temo a los patadones,

y los pienso devolver,

porque yo soy Johny Lima

aunque no tenga sensei...

Nunca le hagas cosquillas al dragón dormido

Alentado por su primer comentario, el excéntrico Johny Lima vuelve a la carga con un nuevo post en el que no pretende escribir abxolutamente nada nuevo, sino tirarse a descansar sobre los laureles de la aceptación pública que le proporciona UNA amiga, quien, generosa, y con mucha lástima por el pobre, firmó para verlo feliz...

Un aplauso Johny Lima, seguí así...

No hay que escribir de noche

Anoche, antes de acostarme a dormir, una musa vino a mi cama y se acostó al lado mío. Pero no tuvo sexo conmigo, sino que empezó a susurrarme imágenes paganas. Y de ahí, me surgió como una luz esta ideota:

Me puse a pensar si mi estufa eléctrica, la que pongo al lado de mi cama para dormir, no tendrá adentro un millar de bolivianitos microscópicos, que todas las noches, cuando la prendo, bajan las escaleras abajo, hasta los árboles cuyas raíces cogen a la base de la estufa, para buscar leña, y después suben las escaleras arriba, para quemar la madera y calentarme a mí, su maldito burgués capitalista, como si fuera otra berreta propaganda coca-colística.

En fin, flashear es inevitable

La Revancha será Terrible

Bienvenidos señoras y señores, a la República Popular de Rafaela, cuna del celebérrimo Johny Lima, el de los mil recursos. Transmitiendo en una frecuncia de quichicientas palabras por minuto, les traio esta cartilla personal, de irreverencia y decisión literaria.

No puedo adelantárles qué será de este pequeño blog a la deriva. Sí puedo decirles que me encanta el quilombo, y que si puedo armar lío, lo voy a hacer...

Desde ya, muchas gracias.

Y otra cosa:

ESTÉN ATENTOS